El Elefante y la Estaca:
Indefensión Aprendida:
Para ilustrar este concepto, recuerdo que en la universidad un profesor nos leyó el siguiente cuento publicado por Jorge Bucay:
Cuando era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales, sobre todo, mi preferido era el elefante.
Durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, tamaño y sobre todo, por su descomunal fuerza… pero, después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, atado, mediante una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
La estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un “árbol de cuajo” podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Porqué el elefante no huye, arrancando la pequeña estaca, con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper una cerilla?, ¿Qué fuerza misteriosa lo mantiene atado, impidiéndole huir?
Tenía unos siete u ocho años, y todavía confiaba en la sabiduría de las personas grandes. Pregunté entonces a mis padres, maestros y tíos, buscando respuestas a ese misterio. No obtuve una respuesta coherente, la edad no es un impedimento para percibir la coherencia o la falta de ella en los que la gente nos dice. Alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: si es cierto que está amaestrado, entonces ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta que me satisficiese.
Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con gente que me daba respuestas incoherentes, por salir del paso y, un par de veces, con otras personas que también se habían hecho la misma pregunta. Hasta que hace unos días, encontré una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo: “El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca toda su vida, desde que era muy pequeño”. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño elefantito con solo unos días de nacido, sujeto a la estaca. Estoy seguro que en aquél momento el animalito empujó, jaló, sacudió y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de todo su esfuerzo, no pudo librarse.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Podría jurar que el primer día se durmió agotado por el esfuerzo infructuoso, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía se resignó a su destino. El elefante dejó de luchar para liberarse. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede hacerlo. Tiene grabado en su mente el recuerdo de sus, entonces, inútiles esfuerzos, y ahora ha dejado de luchar, no es libre, porque ha dejado de intentar serlo. Nunca más intentó poner a prueba su fuerza.
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a varias (cientos) de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que “no podemos” con montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestra mente: no puedo. no puedo y nunca podré. Crecimos portando ese mensaje, que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de saber cuáles son nuestras limitaciones ahora, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo nuestro corazón.
(Publicado en Cuentos para Demian, 1994)
Este cuento ilustra de forma muy clara el concepto de Indefensión Aprendida: Según los estudios de Seligman, la indefensión se refiere a la sensación subjetiva de no poder hacer nada frente a un problema, situación o estímulo desagradable; y a pesar de que sí existan oportunidades reales de cambiar la situación aversiva, evitando las circunstancias desagradables o mediante la obtención de recompensas positivas, la persona o animal no realiza ninguna conducta para buscar evitar el estímulo aversivo u obtener el refuerzo.
Normalmente esto es debido a experiencias previas en las que no se pudo controlar o actuar sobre la situación, entonces se “aprende” que no puede hacerse nada, y aunque en el futuro la situación o condiciones cambien, y sí haya oportunidades de actuar, o tengamos capacidad para intervenir o cambiar las cosas, nuestra creencia de no poder hacer nada nos mantiene inmóviles.
Muchas veces la indefensión es debida incuso a valoraciones negativas que hemos interiorizado a lo largo de nuestro desarrrollo : “no se te dan bien los estudios”, “eres malo en los deportes”, “nunca acabas lo que empiezas”.. nos creemos estas valoraciones negativas sobre nosotros mismos, y no nos ponemos en marcha aunque tengamos la capacidad (como “no se me dan bien los estudios” no me matricularé en una carrera aunque quiera, pues no me veo capaz, no practicaré deporte porque “no se me da bien”.. etc)
¿Cómo superar esta Indefensión Aprendida?: pues justamente desaprendiendo lo aprendido 😉 Poniéndonos a prueba, valorando de forma objetiva nuestras capacidades, centrándonos en qué podemos hacer para resolver una situación e intentarlo.
Realmente es un “desaprendizaje” que requiere cierto esfuerzo, lo sé: estamos muy condicionados por nuestras creencias y dinámicas de pensamiento.
Pero el cambio si es posible afortunadamente, lo he visto muchas veces en terapia.
Lo fundamental es detectar y analizar nuestro diálogo interno, cuáles son nuestras creencias, juicios, nuestra forma de hablarnos y evaluar de forma objetiva cuáles de estos pensamientos son “estacas” que nos están inmovilizando. (Por ejemplo podemos intentar “verlo desde fuera” ¿si otra persona me transmitiera estas creencias, juicios, críticas? ¿qué le aconsejaría?) En terapia se suelen trabajar muchas técnicas para desengancharnos de nuestras estacas.
Nuestra capacidad es generalmente mayor de lo que valoramos: podemos evolucionar, cambiar y desarrollar nuevas habilidades.
¿Habéis detectado estacas en vuestro día a día?
Liberémonos de la indefensión aprendida. ¿Qué opináis a respecto?
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Paola Graziano
Psicóloga.
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Excelente la historia y los consejos. Es totalmente cierto que nos paralizamos por nuestros pensamientos aprendidos y nos cuesta mucho deshacernos de ellos, pero una vez que identificamos las estacas con la práctica diaria podemos lograrlo.
exelente consejo
Adoro este cuento. Muy clarificador. Y muy interesante la reflexión sobre la indefensión aprendida. A veces las experiencias vitales van colocándonos estacas de las que nos debemos liberar.
Apreciada María. Tus consejos y exposiciones, son simplemente maravillosas, me acuerdo de un joven que a mediados de los años setenta, del pasado siglo, fue a Estados Unidos, como alumno a un seminario con la Doctora Elisabet Kübler Ros, y aprendió el motivo del porqué estamos aquí, a inicios de los 80, se fue a Miami, y también efectuó otro seminario con un joven Doctor llamado Deeppak Chopra, que por cierto en la red hay algún video, que puede ser de interés”La cueva de Cristal”, posteriormente, aquel ya no tan joven, creo en el Club Gúlaris de Barcelona, un centro de investigación 1984. En el transcurso de los últimos 40 años, como Psicólogo, Paragnosta. Sofrologo, Hipnoterapeuta, sigue trabajando y aportando, sus conocimientos y experiencias, a quienes llaman a su puerta, adelante María, este joven inmortal de espíritu, te dice sigue el camino que has emprendido es el correcto. Un abrazo. JFB.
Totalmente de acuerdo. Interesante y concreto explicas muy claro el texto. Hay que desaprender para aprender. gracias.
Gracias Yuraima, a veces desaprender es lo más difícil ¿verdad? Un saludo!
Hace mucho tiempo escuche este cuento y me parece muy bonito, ahora tengo algo mas que contarle a mi abuelito gracias, ya que a él le gusta mucho los cuentos.
Gracias Paola.
Gracias María, qué bonito que compartas los cuentos con tu abuelo, Un gran abrazo!
Los famosos paradigmas que desde nuestra niñez tanto en casa como en nuestro colegio, Universidad y la vida en si, los tenemos tan asumidos dentro de nosotros pero siempre llega el momento de romper con ellos y descubrir ese mundo paralelo tan rico en enseñanzas y formas de vida que nos libera para mejorar nuestro espíritu y visión de la vida.
Gracias Paolita.
Un abrazo desde Chile
Muy buena reflexión Ambrosio. Un fuerte abrazo,
buen ejemplo gracias.
Muchas gracias Angel
Me encantó! que buena analogía, en cada trabajo que hago pongo algún artículo tuyo que por cierto les gusta mucho a mis profesores. Éxito en todo y saludos desde Panamá.
Muchísimas gracias Michelle, es un honor que compartas mis artículos en clase! Un fuerte abrazo 🙂
articulo muy interesante, aparte me gusta la descripción tan entendida…Gracias
Muchas gracias Silvia, un saludo!
Excelente analogia! Gracias por compartir lecturas hermosas con nosotros.
Gracias a tí Yesenia, me agrada que disfrutes de las lecturas, Un abrazo 🙂
Hola!! Bueno el artículo, para reflexionar sobre nuestras estacas.
En lo personal he tenido algunas estacas que a la fecha me han detenido en mi camino profesional.
Afortunadamente se me han presentado las oportunidades que en tiempos anteriores no había tenido y estoy logrando deshacerme de dichas estacas. Esto me ha ayudado a cambiar mi actitud y he aprendido que uno mismo es quien se genera las oportunidades y hay que saber identificarlas, analizarlas y ejecutarlas..
Gracias, saludos.
Muchas gracias Ernesto. Efectivamente el “quid” de la cuestión es saber identificar y analizar cómo liberarnos de nuestras estacas 🙂 Gracias por compartir tu experiencia! Un abrazo.
Que gran enseñanza, muchísimas gracias
Gracias Rossemary!
Muchas gracias por compartir este sabio cuento
Paola estupendo el artículo, me gusta la forma como lo relacionas con la realidad que vivimos muchas personas en esa “independencia” de la cual debemos sacudirno y ser completamente libres. Un abrazo desde Perú.
¡Muchas gracias Josefina! 🙂
Holaaa buen diaaa; conocía ese cuentito 🙂 !!! Que maravillosa manera de relacionar la teoría con la metáfora Paola!!! Te admiro y eres una referente para mi..! Abrazoooo
Gracias Sandra!! Sii, el cuento es uno de los que me comentaste por mail 🙂 Muchísimas gracias por tu apoyo, Un gran abrazo!!
Muy bueno el ejemplo que diste. Desde mi propia experiencia me resulta difícil identificar esas situaciones, acciones o actitudes a desaprender que puedan permitirme avanzar. Existe algún método para hacer esto? Hay una frase que dice, más o menos algo así como que es imposible resolver un problema con la misma lógica con la que fue creado. No si era de Einstein, será así?
Gracias. Saludos
Hola Diego, si, a veces es difícil detectar algunas creencias limitantes.. para ello hay que escucharnos: escribir es una buena opción, o también acudir a terapia y buscar una visión externa, claro.
Muy buen artículo. Me ha gustado como lo explicas. Totalmente de acuerdo. Un saludo.
Lucía Diaz
Muchísimas gracias Lucía. Un saludo