Desgana, cansancio, la sensación de que todo se nos viene encima, aburrimiento, desorganización, postergar cosas una y otra vez: ¿te resulta familiar ésta sensación? Es en éstos momentos cuando necesitamos una inyección de motivación, de energía para emprender el camino a nuestras metas. Pero ¿cómo automotivarnos si nos encontramos sin fuerzas?
Os detallo algunas claves que podrían ayudarnos:
Reflexiona ¿Qué es lo que no funciona?:
Antes de movilizarnos hemos de pararnos a reflexionar. Tomar un respiro y mirar alrededor: ¿qué pensamientos me impiden avanzar? ¿qué me digo a mi mismo? ¿me pongo excusas? ¿qué miedos tengo? ¿cómo me siento?
Crea un diálogo contigo mismo, toma nota de todos los impedimentos que te pones a ti mismo en una lista, todas tus excusas, miedos, pensamientos negativos, etc. Después escribe al lado de cada frase, en otro color o en otra columna, un reenfoque positivo de la misma (imagina que estuvieras aconsejando a un amigo) por ejemplo:
- “No tengo tiempo para nada” vs “tengo que organizar mejor mi tiempo”
- “No soy capaz, soy malo en esto” vs “Puedo hacerlo mejor y aprender, puedo mejorar en ésto”
1. ¿Cuáles son mis metas y objetivos? Definir bien nuestros objetivos y recordar por qué queremos alcanzarlos. Hemos de analizar si nuestros objetivos son realistas y cómo podemos desgranarlos en pasos pequeños, las metas grandes dividirlas en metas más pequeñas y ponerles fecha. Es importante estructurar nuestros objetivos en acciones concretas, submetas, y evaluar cuánto tiempo necesitaremos para realizar cada una. Las prisas son malas consejeras no debemos intentar hacer todo y de todo en poco tiempo. Recuerda: “nada es particularmente difícil si lo divides en pequeños trabajos”.- Henry Ford –
2. Organizarse. Ahora hay que poner fecha a nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo y colocarlos en nuestra agenda: Hemos de diseñar una buena estrategia, un plan de acción paso a paso para conseguir nuestras metas. La buena organización es fundamental. Para ello es importante no sobresaturarse, recordar que en nuestro día a día necesitamos un momento para todo: familia, trabajo, vida social, hobbies, cuidarnos… en nuestra agenda tiene que haber un hueco para todo. Es importante tener en cuenta en nuestra reorganización el dicho “mens sana in corpore sano”. Cuidar nuestros hábitos alimentarios, sueño, actividad física.. en definitiva: cuidarnos y llevar un estilo de vida saludable.
3. Cargando las pilas. Después de reflexionar es la hora de prepararse para la acción con algunas estrategias que nos den la energía necesaria para empezar, como automensajes positivos y visualizar el éxito. Algunas herramientas que podemos utilizar son:
- Autoelogios: Repetirnos mensajes de ánimo y autoafirmación cada día por la mañana frente al espejo. Busca una frase de automotivación para usarla cada día. Empieza el día echándote un piropo a ti mismo.
- Visualiza tu éxito: Imagínate consiguiendo tus metas, “móntate la película” en positivo sintiendo la satisfacción de haber llegado a tu objetivo gracias a tu trabajo día a día. Recuerda el por qué estás luchando y la meta a la que quieres llegar. Otra forma de visualizar el éxito puede ser recordando logros pasados, cosas de las que te sientas orgulloso, y revivir esos momentos. Es importante que la visualización sea realista, visualiza el esfuerzo que te lleva a la meta 😉 no sólo el “momento de gloria”. Los atletas suelen visualizar los movimientos perfectos implicados en la acción antes de realizarlos, y esto les lleva a perfeccionar la ejecución y a la medalla (visualizar solamente el primer lugar del podio no ayuda, hay que visualizar todo el proceso y motivarse con la posibilidad de llegar al podio)
- Reírse: ¿qué mejor forma de cargar las pilas que unas buenas carcajadas? Unas risas con los amigos, una comedia, un libro gracioso, jugar con un niño.. busca tiempo para la risa.
- Premios y beneficios de llegar a tu objetivo: ponte premios o recuerda los beneficios de llegar a tu objetivo. Puedes premiarte a ti mismo haciéndote un regalo, mimándote con una recompensa. Haz una lista de posibles premios que puedas darte ¿una excursión?¿ una tarde sólo para ti? ¿ir a bailar? ¿un concierto?.. adapta el premio a las metas. También es importante recordar los beneficios de llegar a tus objetivos.
- Recordar las consecuencias negativas: ¿qué pasa si no te mueves? ¿si abandonas? ¿si dejas pasar el tiempo sin avanzar? ..recuerda las consecuencias negativas de no hacer nada.
- Preparar un “kit” de motivación para momentos malos: recopila por ejemplo en una caja bonita o en un mural cosas que te aporten buena energía, te entusiasmen, y te recuerden el por qué de ponerte en marcha hacia tus objetivos: fotos, frases, un recopilatorio de canciones que te resulten alegres, los autoelogios y visualizaciones de éxito por escrito, los beneficios y recompensas de cumplir tus metas… ¡y todo lo que se te ocurra!
4. Dar el primer paso: ahora se trata de empezar a movilizarse, todo camino empieza por un primer paso.
5. Autoevaluarse periódicamente: una vez que nos pongamos en marcha es importante que vayamos haciendo autoevaluaciones de cómo vamos cada cierto tiempo: así si detectamos algún problema podremos reconducir nuestra estrategia.
¡Toma las riendas y a ponerse en marcha!
Recuerda:
“Donde hay fuerza de voluntad siempre hay un camino.” -J.R.R Tolkien-
¿Quieres que te acompañe y te guíe en el camino a tus metas?
- Échale un vistazo a mi taller Online “El Laboratorio del Bienestar”.
Estar en contacto con Paola me ha ayudado mucho a la hora de superar un bache sin poder salir de el por mi cuenta. Doy gracias por haber conocido a esta persona tan maravillosa. Un saludo amiga