Quejarnos por todo nos hace infelices.
Probablemente todos conocemos a alguna persona “quejica” ¿Qué es lo que nos lleva a convertirnos en uno?
La queja surge a raíz de una frustración, malestar o daño percibido: centramos nuestra atención en lo negativo y buscamos una forma de amortiguar el malestar: la queja es un método para ello.
Nos quejamos como forma de liberar la tensión, paliar frustración generada.. pero paradógicamente esta “solución” ante el malester, suele generar más malestar.. por lo que nuestro foco permanece en lo negativo y nos quejamos más y más. Si repetimos este patrón, en poco tiempo acabamos por convertirnos en unos quejicas profesionales.
Nos quejamos para buscar apoyo en los demás, consuelo, empatía.. cuando nos quejamos transmitimos nuestro malestar al otro buscando su comprensión y empatía, esto nos consuela de alguna manera, pero no ayuda a superar la frustración ni a pasar a la acción.
Una persona que se queja, es una persona que está sufriendo.
Podemos pensar que los “Quejicas” son personas egoístas, que buscan llamar la atención, o que son personas “tóxicas” que sólo transmiten negatividad.
Es verdad que a nadie le gusta la compañía de alguien que se queja por todo, es agotador, pero hemos de entender que una persona que se queja es una persona que está sufriendo. Es una persona que no sabe lidiar con la frustración de otro modo.
El quejica no quiere amargarnos la vida, realmente lo que quiere es ser feliz… pero está atrapado en un bucle negativo y sufre. No escapaz de superar la frustración, aceptar y pasar a la acción: se ha quedado bloqueado en la queja alimentando su malestar sin darse cuenta. Lamentablemente los demás no podemos hacerle cambiar de estrategia, es el propio quejica el que debe hacerlo.
La queja no puede ser la única estrategia ante la frustración.
Cuando algo nos frustra, duele, o nos incomoda, la primera reacción suele ser la rabia, el enfado o la tristeza: es normal sentirnos mal, y es aquí cuando surge la queja. Pero hemos de trascender esta fase y no quedarnos en la frustración, quejándonos alimentamos más y más nuestro sufrimiento. Hemos de llegar al punto de aceptación y de acción.
- Os pongo un ejemplo:
Imaginad que tengo una cita importante al otro lado de la ciudad, y conduciendo de camino a ella me encuentro con un atasco. Realmente es una situación frustrante, el atasco me retrasa y no sé si llegaré a tiempo. Es entonces cuando:
- Me frustro: siento rabia y malestar, puede que diga alguna palabrota o me queje de la situación.
- Valoro si hay alguna acción a llevar a cabo: Acepto que estoy en una situación que no me gusta y pienso ¿qué puedo hacer frente a esta situación/problema? ¿hay alguna acción que pueda llevar a cabo? En este caso el atasco no depende de mi, así que no puedo hacer nada más que esperar y tener paciencia. Puedo sacar una conclusión como “la próxima vez saldré más temprano o iré por otro camino” y llamar a quien me esté esperando para que sepa que estoy en un atasco y puede que llegue tarde.
- Acepto lo que no puedo cambiar y cambio mi foco de atención a otra cosa. A esto yo le llamo el punto “hay que fastidiarse!”, acepto lo que me ha tocado, entiendo que probablemente llegaré tarde y que no puedo hacer nada ahora al respecto, y acto seguido cambio el foco de mi atención a otra cosa (por ejemplo pongo la radio, aprovecho para pensar en la lista de la compra, lo que sea)
Sin embargo si soy un buen quejica lo más probable es que no salga de la frustración inicial y no consiga pensar en la acción ni en la aceptación, me quedaré en el coche quejándome de mi mala suerte, del ayuntamiento, de las obras, de las consecuencias negativas de llegar tarde, y de mil cosas más.. durante todo el tiempo que dure el atasco. Esa queja constante alimentará mi frustración y mi rabia, me generaré más sufrimiento y me amargaré todo el día por ese acontecimiento.
De la frustración hemos de pasar a la aceptación y a la acción.
No te quedes en la queja: saca una conclusión de aquello que te desagrada ¿lo puedes cambiar? ¿Si/No? si la respuesta es SI centrate en qué vas a hacer, si la respuesta es NO acepta esta situación, saca una conclusión, y concentra tu atención en cosas que si te aporten, en lo que sí puedes hacer.
Puedes elegir dejar de quejarte y pasar a la acción. Revisa tus quejas mas comunes y conviértelas en acciones:
- Me quejo de la situación política ——- realizo la acción de manifestarme, militar en un partido afín a mis ideas, ir a votar..
- Me quejo de mi situación laboral —— Buscar mejorarla o cambiar de empleo
- Me quejo de mi mala salud ————- Busco mejorar mi calidad de vida, cuidarme, y tener hábitos saudables.
- Me quejo de mi mala suerte (por ejemplo alguna fatalidad) — he de aceptar lo que no puedo cambiar y centrarme en estar agradecido por lo que sí tengo y potenciar esos recursos.
La queja puede surgir como primera reacción ante algo que nos frustra o nos disgusta.. pero no podemos quedarnos ahí, hemos de aceptar que las cosas no son como nos gustaría y centrarnos en la acción, en qué podemos hacer al respecto, en cómo llevarlo lo mejor posible, o en cómo voy a elegir vivir ese camino.
Te propongo un par de retos:
- Hay un reto que surgió hace un tiempo en el que se proponía un mes sin quejas. Yo te lo pongo más fácil: no quejarte durante dos días. Proponte conscientemente no exteriorizar tus quejas durante 48hs. Dos días enteros sin quejarse en voz alta sobre las cosas que no podemos cambiar: perder el tren, el perro del vecino que ladra, que llueva cuando ibas a ir a la playa, la actitud del jefe, el cansancio que tengo.. (es más difícil de lo que parece) Si aparece una queja has de poner el contador a cero y empezar otra vez hasta conseguir llegar a 48hs libres de queja.
- Practica la gratitud: Piensa cada día en al menos tres cosas por las que estás agradecido y apúntalas: tener agua corriente, la sonrisa de mi hijo, tener buenos amigos.. puedes tener una libreta de agradecimientos, y apuntar 3 cosas cada día hasta llenar la libreta.
Recuerda: Puedes elegir salir de la queja, pasar a la acción, aceptar lo que no puedes cambiar y disfrutar del camino.
El problema no es la queja, el problema es quejarse y quejarse sin hacer nada respecto al malestar que sentimos.
No seas de los que se la pasan quejándose y no hacen nada, elige no quejarte inútilmente, elige ser de los que actúan, elige ser de los que trascienden la queja, los que cambian lo que está en su mano, los que aceptan lo que no pueden cambiar y se adaptan, intentando siempre sacar lo mejor y disfrutar del camino.
Mi problema era quejarme con alguien más ajeno del problema. Y terminaba como el malo por hablar mal de los demás.. Ahora lo que no me parece justo lo digo de frente con la persona indicada.
Tuve que quitarles de las manos el poder de causarme algún malestar.
Los que me rodean insisten en ponerme trampas para evidenciarme. Y terminar siempre como el malo.
Cuando sabes quien eres en verdad y te aceptas como eres, ya no te molestara cualquier cosa,
Está muy bien este escrito, quejarse es un hábito natural resultado de varias situaciones insatisfactorias que se van acumulando, y hay que percatarse y deshacer esa acumulación con ejercicios mentales. Nos deberían enseñar este tipo de cosas, tan comunes.
Hola , somos una familia de quejicosos y la que más mi hija hoy empezamos las 48 horas!!!!
Yo estuve sin reclamar más de 2 semanas hasta más de 1 mes, pero no funciona. El problema sigue estando, no se resuelve, el problema no es que reclame o no, puedo sin ningún problema no reclamar. No me pone de mal humor no reclamar, reclamo porque quiero que las cosas cambien. Porque callada no voy a conseguir que cambien . También actuo para que cambien , pero no funcionan. Como que ya agoté todos mis recursos y no sé que más hacer.
A mi me paso lo mismo, decidí parar y darme un momento para descansar, tome un tiempo para mi, para reponer energías, pedí apoyo en esas cosas que más energía me quitaban, tuve miedo al pedir apoyo y sorprendentemente recibí el necesario. Me tomé 2 meses, haciendo lo mínimo y ya me siento lista para continuar.
X2 al principio no me quejaba , y me sometia a lo que digan , me decían todo y manejaban a su antojo , luego me dijeron que hable , hable y no les gusto , porque decían que luche , pero a su modo , al final si me quejaba me jugaban de todo ,tenga o no razón , de cualquier forma buscaban tener razón , y aunque a veces se callaban , terminaban reclamando ellos al final, sacrifique mucho , y prometieron ayudarme , pero cuando no hacía lo que querian ( incluído aceptar acoso) terminaban enojando se conmigo , quitándome el apoyo , porque no hacía lo que querian , y me dejaban varada sin saber que hacer , porque no me reclamaban y reñian si quería preveer algo así , al final , terminaron quejándose de mi ,me dejaron sola , y no sé preocuparon y ocuparon de mi , ni dejándome tranquila , tratando de preveer todo , su ayuda se volvió cárcel, sus palabras prisiones , y sus quejas abandono
tranquilos, todos tenemos un proceso. y verdaderamente no hay mejor remedio que aceptar todo aquello que no podemos cambiar. El verdadero principio es comenzar a querernos cada día más, para poder así comprender a los demás, esto se logra dándonos cuenta que sí podemos y podemos mucho. En el fondo quisiéramos que los demás fueran como nosotros, o tan si quiera un poquito más responsables; éso nos haría muy bien. Pero si no es así, aceptemos a quienes no son así. Amémosles tal como son. Y amémonos más a nosotros; si ya lo hacemos, pero démonos cuenta de que lo hacemos. Esto nos liberará de las quejas y las inconformidades.
Lo sorprendente es que, muchas veces vivimos quejándonos pero en “silencio” y esto también repercute en nuestro entorno: nos cambia el carácter y luego vamos contra las personas que viven junto o alrededor de nosotros.
Agradezco tu exposición, mi queridísima Paola.
Yo también me quejo con bastante frecuencia pero no gratuitamente ni de forma constante, es sólo cuando la frustración aparece y además tiene que ser real y justificada, por ejemplo el haber recibido algún trato injusto o no tener algo que deseo y cuando lo pido me lo deniegan. Es decir lo mío más bien el problema que genera las quejas es fundamentalmente la baja tolerancia a la frustración y una menor resiliencia, tolerancia y aguante, porque es que cuando consigo lo que quiero a raíz de esa queja es que ya empezaría a cantar otro gallo y de verdad, es decir cuando consigo lo que quiero me quedo de verdad conforme, satisfecho y más contento y tranquilo cuando al final me salgo con la mía. Lo mío es una cierta falta de tolerancia a la adeversidad y frustración, lo cual lo que me genera las quejas es el no haber conseguido lo que yo deseo o que me lo denieguen.
Genial propuesta.
Hola , soy una quejica y me siento fatal de pasarle ams amigos y esposo esta actitud horrible, quiero cambiar y ser positiva y que por esto me recuerden y no la persona que no le gusta nada y que pereza hablar con ella, inicio mis 48 horas ¡¡¡
Gracias muy util la información y recomedaciones a poner en práctica.
Será imposible pero lo intentaré
No puedo creer que en unos cuantos minutos me haya dado cuenta de que pertenezco al grupo de los quejicas y que quiero salir ya, después de leer en otro sitios una manera negativa de lo que somos pude llegar a este sitio en el que nos has dado una solución para poner fin a ese gran vicio. Creo que parte de la solución es ser asertivo.
Muchas gracias por los consejos y por proponer el las 48hrs sin quejarse, suena bastante útil, sin mencionar anotar las 3 cosas por las que uno agradece, he leído los comentarios de otras personas y el reto de 21 días es un reto mucho mayor. Ojalá que las personas que nos estancadoenos estancado en esto logremos dar el gran paso de dejar ser quejicas
Acabo de llegar aquí después de darme cuenta de que llevo toda la semana quejándome. Hoy, en medio de una reunión, tras un comentario de mi jefa, he empezado a quejarme de todo, sobre todo de la sobrecarga de trabajo y no poder hacer como me gustaría otras cosas en las que tengo que colaborar. Y al llegar a casa y sentarme en el sofá, me he sentido fatal, por la imagen derrotista que he dado y por las quejas reiteradas por todo. Yo no quiero ser no estar así, ni quiero ser la persona que le pone pegas a todo, aunque me da la sensación de que en eso me he convertido. Voy a poner en práctica tus consejos y te contaré que tal me va. ¡¡¡ Empiezan mis primeras 48 horas sin quejas!!!
Hola Paola, muy buen articulo..hoy es mi segundo dia del reto de no quejarse por 21 dias…sabes que ayer volvi pasada por un balde de agua del calor que hacia a mi casa (vuelvo caminando del trabajo) y entre y le dije a mi mamá: “que calor mameeetaaaaa, pero amooo el verano”…jajajaja un modo de “anular” mi queja.
Besos
El articulo pero me parece exelente yo me creo muy positiva. pero si me hija me dice que no quiere oirme quejandome . no se en micaso pense ue contar mi situacion de vida co ella era algo normal . pero hoy si ue me senti frustada . y decidei buscar ayuda y me consenqui con este articulo me parecuo fabuloso pero no me identifico con las situacuones aqui nombrada. ahora si siento que tengo una queja no se como abordar el tema de la queja con ella
Buenos días María, gracias por compartir tu experiencia.. imagino que el tema entonces está más en cómo plantear asertivamente una queja no? Te recomiendo que leas los artículos referidos a técnicas de comunicación asertiva de este mismo blog, a lo mejor te ayudan. Un abrazo!
Paola, ¡qué buen disparador!
A menudo quedo atrapada en el bucle. Conozco esa frustración. Me quedo rumiando la injusticia de tener que llegar tarde a alguna cita, por ejemplo, cuando yo había hecho el sacrificio de levantarme dos horas antes.
Muchas gracias.
La verdad Paola me quedo sorprendido de todo lo que dices y es muy cierto.
Para un servidor son palabras que alimentan y que no sabemos cómo actuar, que nos encerramos en ese círculo sin salida.
Me has fortalecido mi cerebro y me has inyectado cómo cambiar de ahora en adelante.
Saludos
El tema considero que es un acto que sucede seguido, lo que pasa hoy en día es que todas las personas quieren ir a la velocidad de la luz, sin pensar que existen segundos factores por los cuales pueden causar el enojo, ante este ejemplo que escribe las reacciones más inmediatas son la cólera que arrastra con otras más, pero considero que si es oportuno poner en práctica lo que expresa. Es un reto personal para practicarlo al momento en que se presente una problema. Felicidades.
Un saludo especial Paola, qué interesante su artículo me hace reflexionar,verdad muchas personas nos quejamos de cosas que no tiene importancia en lejos de pensar algo positivo.
Muy interesante este articulo, me gusto mucho y me llamo la atención, porque es que muchas veces nos quejamos y nos quedamos en ese circulo, y es ene se momento donde debemos pensar si tiene alguna solución o seguir adelante aceptando el hecho de no poder solucionar el problema, dejarlo en la medida del tiempo. me gusto mucho de verdad muy buen articulo.
Compartido por el Facebook
Muy interesantes los retos propuestos…
Gracias Sara 🙂
Gracias Paola por el artículo, sencillo, claro, preciso. un camino al empoderamiento y la resiliencia.
Gracias Ximena 😉
Wao! este artículo es un tiro, gracias Paola.
Gracias Juan 🙂
muy bueno, por lo general siempre me quejo mucho, asi que voy lo voy a aplicar
muchas gracias
Gracias Johana!! Cuéntanos los resultados! 🙂
Muy buen articulo Paola, gracias por el envio los estoy aplicando a nivel personal y para trabajar con equipos de docentes, saludos
Estupendo María! Un abrazo!
Hola me he dado cuenta de que tengo quejas de todo y de todos.
Esto ya es una situación horrible muchas gracias porque este artículo
me ha servido para que me de cuenta
Un saludo
Un buen ejercicio el de la libreta, para contrarrestar la negatividad y el peso de la queja…! Sin duda a las personas que aprendieron a quejarse como forma de estar en la vida, les costará menos que el de estar 48 horas sin quejarse. Plasmar en una libreta por escrito, creo que puede facilitar el tomar contacto con lo bueno, con lo que se tiene, como fijar la vista en las flores y no en las hojas mustias, sobre todo si no es para cortarlas… por ejemplo…!
Efectivamente Begoña! Me alegra que te agrade 🙂
muy buen articulo, realmente me interesa mucho todos los artículos que escribes, hasta pareces que adivinas lo que nos importa y nos ayuda a fin de ser mejor persona y tener una calidad de vida, muy buena, vivir en armonía, paz, para poder solucionar los problemas cotidianos a que somos susceptibles. te felicito Karla. practicaré para dejar de quejarme y se que en mi vida ocurrirán milagros.
Excelente el artículo, es verdad que hay personas que por todo se quejan y son un fastidio, hay momentos en que dan deseos de abrir un hueco en la tierra y enterrarlos hasta el cuello y dejarlos allí para que comprendan que las quejas a lo único que llevan es a la frustración. De mi parte creo que soy equilibrado en ese aspecto, cuando algo no sale como yo quiero, respiro profundo, camino, leo o escucho música a alto volumen para generar una especie de onda de choque que controle mi frustración. Pero sobre todo hago lo posible por no quejarme.
HOLA ME GUSTA LA FORMA EN QUE PLANTEAS LOS TEMAS Y SIEMPRE DE UNA FORMA FACIL DE EXPLICAR A LAS PERSONAS.
SALUDOS DESDE LA PAZ BAJA CALIFORNIA SUR, MEXICO
ME AGRADA EL TEMA
GRACIAS BUEN DIA
Me encanta todo lo que escribes, siempre con excelentes temas y consejos muy útiles.
Nunca dejes de escribir..
Saludos
Gracias Karla! 🙂