Estimada Paola, hace unos años ya que damos unos talleres en la Carcel de hombres, talleres dirigidos a hacernos consciente de nuestros actos y elecciones ya que con demasiada frecuencia nos hemos dado cuenta que “ni lo pensé cuando hice eso” (refiriéndose al delito). Este año que recién paso implementé otro taller, uno de reflexión a través de los cuentos. Este taller tuvo una muy buena acogida e importantes tomas de conciencia con respecto al actuar propio. Pienso que el cuento es un muy buen instrumento de reflexión puesto que nos remite a la infancia, a la calidez, a lo “materno” y desde ese espacio donde somos acogidos y contenidos podemos mirar nuestras dificultades, nuestra pequeñez y grandeza. Desde ese lugar podemos seguir creciendo para ser mejores personas En tu sitio encontramos generosamente cuentos que nos invitan a este tipo de reflexión. Por esto muchas gracias